La ley de emprendimiento de
Galicia promueve el apoyo a las personas emprendedoras definidas como: personas físicas o jurídicas que se
encuentren realizando una actividad empresarial o profesional con hasta
cuarenta y dos meses de antigüedad o bien los trámites previos para poder iniciar
una actividad económica con domicilio social y fiscal en Galicia.
Los principales avances que
recoge dicha ley están referidos a la consideración del emprendimiento de forma
integral, durante todas las fases de la actividad emprendedora: emprendimiento
potencial, naciente, implantación y consolidación.
Según queda de manifiesto en la
mayoría de estudios sobre emprendimiento, el emprendedor/a considera que sus
principales quebraderos de cabeza son el exceso de trámites burocráticos y la
falta el apoyo financiero.
A este respecto la Ley 9/2013 establece
para el inicio de actividad o apertura de establecimiento, la comunicación
previa al ayuntamiento, trámite que se puede realizar vía telemática. Este
avance evita que el inicio de la actividad empresarial esté condicionado por la
concesión de la licencia municipal de actividad, apertura o funcionamiento.
En relación a las medidas para
facilitar la financiación de los proyectos empresariales, la ley establece la
creación de tres instrumentos:
- Un programa de microcréditos.
- Una Red gallega de inversores/as particulares que procurará la creación de fondo s de inversión específicos mediante la coinversión público-privada.
Si quieres conocer con más
detalle qué implicaciones tiene para ti esta ley:
Se dice en este blog:"este avance evita que el inicio de la actividad empresarial esté condicionado por la concesión de la licencia municipal de actividad, apertura o funcionamiento". ESTO EN LA REALIDAD ES UN CUENTO. En la realidad seguimos como antes o peor porque la burocracia en la administración de la Xunta va cada vez a peor y a pasos agigantados, cada vez es más soporífera e ineficiente, y a esto se añade que cada vez la legislación es más compleja, legislan un montón de organísmos diferentes con criterios diferentes y no coordinados y a veces sin conocimiento real sobre el mismo tema y luego los técnicos municipales no saben por donde andan con tanta legislación y a la menor duda piden al organismo correspondiente el informe o la autorización pertinentes con su tardanza y petición de documentación pertinente cada uno como le da la gana. Esta es la realidad.
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