Vivimos
tiempos en los que los nuevos Modelos de Negocio se asientan sobre conocimiento
y no sobre tangibles, así lo predica por ejemplo Lester Thurow, quien afirma: “Por
más de un siglo, el hombre más rico del mundo estaba asociado con el petróleo.
Hoy, está asociado al conocimiento”.
La gestión del conocimiento nos exige un exhaustivo
seguimiento de la información tecnológica / científica, que no es otra cosa que
la materialización escrita de ese conocimiento. Por lo tanto la búsqueda, gestión
y utilización de la información para la toma de decisiones se antoja
imprescindible a la hora de gestionar, por ejemplo, Spin – Off (empresas
surgidas del ámbito universitario y basadas en resultados de investigación).
Por otra parte, el volumen de información que
manejamos en la actualidad es desmesurado, las cifras son realmente sorprendentes.
Sería suficiente con introducir cualquier concepto temático en Google y ver la
cantidad de retornos en bruto que tenemos de información. En el 2005, Marc
Giget afirmaba que había: “15 mil artículos publicados diarios. 10 millones
de investigadores en el mundo. 800 mil patentes por año.” Es muy factible
que a día de hoy esas cifras se hayan quedado pequeñas y que en apenas unos
años sean irrisorias. Existen miles de revistas científicas diferentes, en las
más variadas áreas: el Journal Citation Report, una publicación que provee
datos estadísticos sobre revistas científicas y técnicas, presenta en 2012 un
análisis de 10.853 revistas en 232 categorías distintas y 83 países diferentes.
De ellas, 379 recibían evaluación por primera vez.
Es decir, perderse en el maremágnum de datos y
cifras es la opción más sencilla de entre todas las posibles. La Vigilancia Tecnológica
viene a cubrir ese importante hueco, pues nos provee herramientas y
metodologías útiles para buscar, comparar y elegir. Si todas las preguntas
tienen respuesta (solo hay que saber buscar), lo más importante será entonces
realizar las preguntas adecuadas y encontrar, por lo tanto, como retorno,
respuestas óptimas.
Por todo ello, estamos muy contentos de aportar
nuestro pequeño y modesto granito de arena a esta tarea, porque desde UN-EM, en
próximas fechas colaboramos en el curso: “Cómo emplear la vigilancia tecnológica en la
transferencia de resultados de investigación”.
Esperamos sinceramente que resulte de utilidad y
que cumpla con las expectativas de los/las participantes.
Por cierto, tiene las
plazas limitadas, pero todavía queda alguna libre.
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