Si en el post anterior
sospechábamos de las fórmulas mágicas, en esta nueva entrega queremos ofrecer
nuestra propia fórmula mágica, para recorrer el camino que va desde una Idea de
Negocio a un Proyecto Empresarial robusto.
Esta aparente
contradicción, encierra en realidad una segunda recomendación que queremos
compartir. Creemos en las fórmulas, cuanto más sencillas, mejor, pero siempre que
le hayamos dedicado un tiempo amplio de trabajo y reflexión. Dicho de otra
forma, me temo que en una tarde inspirada no vamos a ser capaces de pasar de la Idea al Proyecto, por muy
mágico que sea el método.
Una vez que hemos dejado
esto claro, podemos aventurarnos en nuestra propuesta de trabajo, que no es
otra cosa que el fruto de nuestra experiencia con los distintos proyectos con
los que hemos ido trabajando, donde la
Idea de Negocio generalmente se encuentra asentada sobre
conocimiento o tecnología novedosa. Una última advertencia antes de lanzarnos a
la piscina: vamos a enunciar 9 puntos de forma muy breve, pero no queremos
dejar de hacer notar que bien merecerían una tarde inspirada para
desarrollarlos con calma.
1. Idea de Negocio: Habremos reflexionado lo suficiente sobre ella como para ser capaces de resumirla de forma clara y sólida en un par de líneas. El mejor test para comprobar que hemos completado bien esta fase, es contársela a un niño/a y asegurarnos de que, más o menos, la ha entendido. También vale nuestra abuela/o.
1. Idea de Negocio: Habremos reflexionado lo suficiente sobre ella como para ser capaces de resumirla de forma clara y sólida en un par de líneas. El mejor test para comprobar que hemos completado bien esta fase, es contársela a un niño/a y asegurarnos de que, más o menos, la ha entendido. También vale nuestra abuela/o.
El resto de piezas que
vienen a continuación deberán de dar sentido completo al núcleo central, la Idea de Negocio
2. Tecnología/Conocimiento: Sobre el que se
asienta nuestra idea. La materia prima. Nos esforzaremos en explicar sobre el
papel qué tenemos, el camino recorrido hasta llegar y todas las potencialidades
que detectamos. “Sirve para esto, pero también para esto otro…”
3. Grado de Madurez: De la Tecnología /Conocimiento:
Que podamos hacer algo a pequeña escala, que hayamos conseguido armar una
teoría que resiste la crítica, no quiere decir que sea replicable de forma
masiva. Definiremos si nuestra Tecnología/Conocimiento se encuentra disponible
para transformarse en un Producto/Servicio o si por el contrario demanda tiempo de desarrollo.
4. Producto/Servicio: Describiremos nuestro
producto, de forma breve pero suficiente. Expondremos nuestra cartera de
Servicios sin olvidarnos de ninguna alternativa posible.
5.
Entorno: Evaluaremos el Entorno
en el que vamos a desarrollar nuestro proyecto, analizando que Oportunidades y
Amenazas detectamos en el mismo. Potenciaremos las primeras, minimizaremos las
segundas.
6. Mercado: Sin duda es el apartado que
merecería un espacio más amplio. Básicamente se trata de identificar y
describir (cuantitativa y cualitativamente) el segmento de mercado concreto en
el que se desarrollará nuestro proyecto.
7. Clientes: Debemos de saber quiénes son
nuestros clientes y cuáles son sus características. No todo aquel que demande
nuestro producto/servicio será nuestro cliente potencial. Tiene que adaptarse a
nuestras características y particularidades.
8. Competidores: Tenemos que saber quién hace
lo mismo que nosotros o puede ofrecer alternativas a nuestro Servicio/Producto.
Tenemos que conocerlos en profundidad, es importante para poder competir con
ellos.
9. Dimensión: El último punto y no por ello el
menos importante. Nos parece muy recomendable, una vez hemos desarrollado los
puntos anteriores, ofrecer una aproximación de cuál es el tamaño y las
necesidades de nuestro proyecto empresarial.
En futuros capítulos de
este blog, será momento de dedicar alguna entrada integra a alguno de estos
puntos, pues merece la pena ahondar y discutir sobre ellos. De momento sirva
como declaración de principios y punto de partida.
Estas son, en definitiva,
las piezas del puzle que tendremos que armar para pasar de la Idea a la
Empresa. Mención aparte merece el Equipo Emprendedor, pero esa es otra historia
que veremos en el próximo capítulo.
Nota: La imagen que ilustra este post pertenece a la
portada de una libreta fabricada por UNNIDO,
proyecto que os invitamos a conocer.
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