En este blog dedicado al emprendimiento ya se han mencionado en varias ocasiones algunas emociones asociadas a situaciones de alta incertidumbre o inseguridad ("El miedo" o "Preguntas para vencer el vértigo emprendedor") y lo cierto es que si vas a emprender (o ya estás en ello), vas a tener que acostúmbrate a convivir a diario con entornos cambiantes y algo caóticos, sobre todo al principio de tu actividad. A algunas personas no les preocupa y es posible que sea un factor que les atraiga, a otras quizás, estas emociones les están frenando para arrancar definitivamente.
Además, por propia experiencia, estas emociones cambiarán a lo largo de vuestra vida. Yo no sentí, ni viví lo mismo cuando fundé mi primera aventura empresarial con 18 años que la última que he emprendido, en plena crisis económica, a los 40 años, casado y con dos hijos... Sea como fuere y sientas lo que sientas, el emprendimiento y el riesgo que genera esa incertidumbre, están íntimamente ligados y es crucial reflexionar un poco sobre el tema.
Para ello voy a echar mano de la clasificación que hacen Steve Blank y Bob Dorf en su libro "El manual del emprendedor" que si no te lo has leído (al menos una vez)... ya estás tardando. Para los autores (y personalmente coincido), cuando un proyecto empresarial empieza, se enfrenta a dos tipos de riesgos que ellos denominan "de cliente / mercado" o "de invención".
El riesgo cliente: La persona emprendedora (o grupo) no sabe con seguridad si lograrán llegar a clientes y clientas que adopten su producto.
El riesgo de invención (o producto): La incertidumbre surge de la posibilidad de que no se llegue a desarrollar el producto que sin duda tendría la clientela asegurada.
Pongamos ejemplos de ambos casos para comprender rápidamente a qué se refieren. En el caso de riesgo de invención (o producto), una empresa se dedica a investigar una cura definitiva contra el cáncer. En caso de lograrlo, tendrán personas haciendo cola para adquirir su producto (cueste lo que cueste). Lo difícil es crear el producto. La incertidumbre está clara. Este tipo de empresa tendrá unas necesidades y requisitos impuestos por este riesgo, como una inversión muy fuerte, muchos recursos para un desarrollo de producto largo, personal altamente especializado, probablemente una plantilla amplia, ... En definitiva, unos problemas y desafíos muy concretos.
En el otro lado, podríamos poner como ejemplo mi propia empresa: me dedico principalmente al desarrollo de webs. El producto, sinceramente, no tiene ningún misterio. Programo y hago webs desde hace años y se que podré hacerlas, puedo abordar proyectos más o menos desafiantes, pero no es esa mi mayor fuente de incertidumbre. Mi mayor riesgo es llegar a mis clientas y clientes, que me elijan entre la competencia, tener un producto competitivo, asequible para mis clientela y que me deje margen para ganarme la vida, etc...
Creo que queda clara la diferencia en el riesgo, en el foco de mayor incertidumbre. Es este el que marca, desde el inicio, la estrategia, las necesidades, las posibilidades... Si tu proyecto es como el mío, con riesgo de mercado, lo primero que has de resolver, antes de nada, es precisamente este tema, ya que todo lo siguiente dependerá de este. Es obvio, ya que de nada servirá una web estupenda si nadie la quiere, o no la puede pagar, o no es capaz de publicar sus propias noticias.
Por ello, ponlo de primero en tu lista. En un post-it rojo. No desarrolles nada, no diseñes nada, no hagas plan de empresa, ni nada hasta que no conozcas a tus clientas y clientes, sus problemas, lo que realmente le preocupa y no tiene resuelto y pagaría por resolver (su "pain"). Para ello has de definir bien el prototipo de personas a quienes te diriges, sino ¿a quién le vas a preguntar? Salir a la calle a buscarle, hablar con personas de carne y hueso. Nada de encuestas por Internet, ni estudios de mercado de grandes compañías. Tu clientela está fuera, en la calle, esperando soluciones para sus problemas cotidianos. En cuanto la conozcas verás como todo el caos empezará a ordernarse y emergerán soluciones innovadoras. Luego ya tendremos tiempo de preocuparnos de otras cuestiones, pero esta se encuentra entre las primeras y más críticas.
Por ello, ponlo de primero en tu lista. En un post-it rojo. No desarrolles nada, no diseñes nada, no hagas plan de empresa, ni nada hasta que no conozcas a tus clientas y clientes, sus problemas, lo que realmente le preocupa y no tiene resuelto y pagaría por resolver (su "pain"). Para ello has de definir bien el prototipo de personas a quienes te diriges, sino ¿a quién le vas a preguntar? Salir a la calle a buscarle, hablar con personas de carne y hueso. Nada de encuestas por Internet, ni estudios de mercado de grandes compañías. Tu clientela está fuera, en la calle, esperando soluciones para sus problemas cotidianos. En cuanto la conozcas verás como todo el caos empezará a ordernarse y emergerán soluciones innovadoras. Luego ya tendremos tiempo de preocuparnos de otras cuestiones, pero esta se encuentra entre las primeras y más críticas.
Suscribo las palabras de Nuria en su entrada sobre el vértigo emprendedor:
"Coge tu idea y sal a la calle!"
Olvídate de todo lo que crees que sabes, valida, contrasta, modela y sobre todo, aprende de tu clientela. Son quienes mejor saben lo que necesitan y lo que quiere, si lo averiguas (cuando lo logres), tendrás el mayor riesgo, el más crucial, cubierto durante un tiempo, no olvides que todo cambia y hay que estar atento.
En próximas entradas del blog escribiré sobre el método de "desarrollo de cliente" de Steve Blank y otras metodologías / filosofías relacionadas. Conceptos básicos que debes dominar (o al menos saber que existen) que pueden ayudar a aliviar esa incertidumbre que nos acompaña día a día a las personas emprendedoras. El lienzo de negocio, la propuesta de valor, producto mínimo viable, etc...
Pero por ahora te invito a que reflexiones sobre estas cuestiones: ¿Cuál es tu riesgo? ¿A qué personas te diriges? ¿Dónde están? ¿Como es un día cualquier en sus vidas?
Emprender montando un ecommerce es emocionante, pero contactar una agencia para ayudarte es esencial. Su experiencia en marketing digital maximizará tu alcance y te brindará las herramientas necesarias para tener éxito en línea.
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